De cosecha propia
Recopilación subjetiva
"En un lugar de la mente, de cuyo nombre no logro acordarme..." |
Rememoración finalSupo de inmediato que el paracaídas no se le abriría. Estaba a tanta altura que todavía tardaría varios minutos en estrellarse contra el suelo. Era tan joven que tenía muy poco que rememorar de su vida pasada mientras que se dolía por la pérdida de aquella otra que ya no iba a conocer. En su mente se produjo entonces una súbita aceleración. No tenía novia, pero conoció a una chica en la piscina y se casó con ella. Tuvieron dos hijos. El mayor se hizo militar como él. El menor, cosa sorprendente, guionista de televisión. Y no le iba mal. Sus nietos, sólo dos, se llamaron Daniel y Adela, nombres que no tenían tradición en la familia. Sólo sentía la pena de no poder asistir a la boda de su nieta, aunque los viejos se acostumbran pronto a la muerte, como si fuera un animal de compañía . Y él, cuando su cuerpo se rompió contra el suelo, ya había alcanzado los ochenta y tres años de vida.
Juan Pedro Aparicio |
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